La odisea de hacer dedo Libro I: "Luciano y el titiritero"

Escrito por Luciano de Esbornia , sábado, 16 de junio de 2012 20:55

Como les prometí en el post anterior, les contaré nuestra 2da experiencia haciendo dedo, lo separaré en 3 posts porque se que nadie lee más de 4 o 5 párrafos, que es lo que tarda en cargarse el porno... y  bueno, después no me dan ganas de leer, ehm, digo, POR COMODIDAD, claro, claro, por SU COMODIDAD, y por orden de llegada a destino.

Introducción: "La búsqueda de la ecuatoriana y los caminos se bifurcan"

Con muchas más aventuras por delante, nuestros héroes abandonaron la comodidad de la casa de Jana y su desayuno buffet para adentrarse a una nueva misión: Hallar la casa de su amiga Silia en las profundidades de Mordor  Gudensberg (un pueblo con 803 u 804 habitantes, depende del día).

Así fue que partieron en un colectivo de línea de 2 eu hacia el sitio que los mapas indicaban óptimo para el legendario arte de hacer dedo, la ciudad de Wiesbaden. Alzaron su estandarte y esperaron... y esperaron...

Y el tiempo se escurrió y ningún vehículo parecía dispuesto a cargar a nuestros 3 impresentables personajes. Así fue que decidieron separarse y ver quién llegaba a Bad Neuhaim (Una estación de servicio en un pueblo) o a Mordor destino primero.

Libro I: "Luciano y el titiritero"

Capítulo I: "El camionero desdentado"

"Y nos separamos en la entrada a la autopista, Juan y Santiago dijeron que volverían a Mainz y nunca más supe de ellos. Era mi primera vez haciendo dedo sólo y debía recorrer "solamente 160 km" . Mi plan era sencillo, ir a Frankfurt que quedaba muy cerca y de ahí tomar una autopista que iba derecho a Kassel, una ciudad cercana al pueblo donde reinan las sombras.
Levanté el cartel y a los 5 minutos frenó un camión en un área donde estaba prohibido detenerse. Corro, me subo. Le digo "Hello" al tipo y arranca. 

Camionero, 3 dientes, ni una palabra de inglés, 4 botellas de pepsi de 1,5 ltrs vacías y 1 cigarrillo cada 7 minutos. Le explico guturalmente mi objetivo y me dice que él no va ni Bad Neuhaim, ni a Kassel, ni a Frankfurt pero me dice "MOMENT" y sigue manejando... bueeeno, sale perderse de nuevo...

Entra a Frankfurt, deja el camión en un suburbio y me dice que me baje, ahí pensé que había entendido mal y que estaba en Frankfurt al menos, pero no. Me señala un auto y me dice "mai kar", me subo y el tipo se desvía 80 km para llevarme hasta Bad Neuhaim en su auto. Y así fue como entendí una vez más que soy un prejuicioso de mierda.

Capítulo II: "Sad Neuhaim y la encrucijada rota"

Resulta que leimos mal el mapa y Bad Neuhaim era un pueblo con 3 estaciones de servicio, así que encontrarnos iba a ser imposible; conclusión: a hacer dedo nuevamente.
Después de errarle de salida a la autopista un par de veces, me levanta un pibe de unos 22 años que me dice que él también fue mochilero y me lleva a un parador en la bendita ruta 5 mientras hablamos de lo útil que sería mi cuchillo anti-osos en Rusia. Ya en el parador me da su número de teléfono por si necesito algo. De ahí me hago un cartelito nuevo que decía "Kassel bitte :)" (no viteh!, sino bitte que es "por favor"). Y de nuevo espero, mas no desespero.

Capítulo III: "El titiritero pobre pero rico de sueños"

 Me frena un sujeto desgarbado con un perro en una camioneta de los 80' y me dice que no va a Kassel pero que me puede acercar un par de paradas. Bueno, vamos.
Y en el camino me cuenta su historia, una historia triste como la de la mayoría de los Europeos de posguerra: Él es un tipo muy pobre que viene de España de trabajar en la calle como titiritero de marionetas para ayudar a su familia, porque el gobierno le está sacando cada vez más tierras y animales de su pequeña granja. La historia completa es desgarradora, y yo le cuento de Argentina y de mi afán por viajar antes de caer en la rutina y de olvidarme de los sueños. Me siento un gil con un argumento muy berreta la verdad.
Decide que si me lleva hasta su pueblo estaré más cerca de Mordor Gudensberg.

Llegamos a una estación de servicio y nos enteramos que la ruta estaba cerrada, él decide que manejará 2 pueblos más para dejarme en la ruta rural correcta: JOYA!! MIRÁ!!! DOBLE ARCO IRIS!



Se desvía 60 kms para dejarme en la ruta, y antes de irme hace algo que me resultó totalmente conmovedor y me renovó las ganas de seguir viajando/soñando: Me dió una bolsa con un Schnitzel (familiar de milanesa de cerdo), 3 panes y un salame casero hecho por su padre que según me contó le obsequia siempre antes de viajar. Ante mi rotunda negativa de aceptarlo me dijo: "Vos estás haciendo algo que envidio mucho, comé bien y viajá por mí". Brindamos con un trago de ginebra y me bajé .. otra vez en el medio de la nada de una ruta rural con una sonrisa de oreja a oreja y un lagrimón en la cara.

Capítulo IV: "Guardaespaldas"

Listo, ¿dónde mierda duermo? No hay ni un techito...

(Sonido de frenada de 200 km/h a 0 km/h)

Se ve que tengo un poco de cara de turco porque estos 2 monos que parecián los malos de Aladín me hablaban en árabe. Me subí les dije que era argentino y me llevaron 30 km mientras me decían que eran guardaespaldas que iban a una fiesta privada. Por las dudas, me bajé rapidito.

Capítulo V:"El buen samaritano"


Del sitio donde me dejaron los turcos caminé una hora a campo traviesa (porque acá todavía nadie inventó la banquina al lado de la ruta) hasta llegar a una encrucijada de dos rutas rurales. Otra vez estaba viendo dónde tirarme a dormir cuando me paró un tipo con cara de evangelista de domingo a la mañana. Me dijo que no me iba a levantar ni el loro en ruta rural y que me llevaba a la estación de trenes más cercana. Me alcanzó, se bajó para averiguarme los horarios y me despidió. Un buen tipo con todas las letras.

Capítulo VI:"¡Tren y viva Ronaldo!"

Yo ya estaba ROTO y ese pueblo estaba más muerto que Silent Hill, así me tomé un tren a Kassel y Ronaldo, el marido de mi amiga Silia, tuvo la gentileza de irme a buscar y llevarme en auto a Mordor Gudensberg.

ROOO NAL DO!!! ROOO NAL DOO!!!!

Hacer "sólo 160 km" me llevó 16 hrs, 7 transportes y 5 lugares, pero me costó tan sólo 1 euro.

Epílogo:

Así concluye el primer relato de esta saga, en los post subsiguientes conocerán las historias de los otros 2 valientes que se embarcaron en la odisea de hacer dedo. Por favor compre este libro y no lo lea de ojito en la librería que tengo que alimentar a mis 12 hijos. Gracias



4 Response to "La odisea de hacer dedo Libro I: "Luciano y el titiritero""

Emilio Hernandez Says:

lo unico que te puedo decir es que me esperes y no me robes todas las aventuras abrazo grande...
Pd:espero que los salames hallan estado buenos!!

Abby Says:

Me guardé 10 posts para leerlos todos juntos así los disfruto más, me encantaron los trajes de la gente, los "qué aprendí" y sobre todo este último posts, todas las cosas que te pasaron en apenas 16 hs. Espero ansioso a ver que les pasó a los otros dos.
Suerte!

Luciano de Esbornia Says:

Gracias por los comentarios!! Gracias Emilio, Gracias Abby!

Jareth Says:

Ajajajajaja q grosso el granjero titiritero!!!

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