Con Juan por Italia: Reggae, hippies y Patara pupi!

Escrito por Luciano de Esbornia , domingo, 28 de julio de 2013 7:40

Reencuentro emotivo: a dormir en la calle para fortalecer vínculos

El reencuentro con Juan fue muy romántico y la pasamos divino. Visitamos a unos amigos de la familia de Juan que nos trataron como reyes 2 días, con excursión a pescar con arpón y mucha comida casera. Más una invitación a quedarnos más tiempo, pero no; el deber llama, hay que cruzar Italia y llegar a Eslovenia. ¿Y dormir en la calle? Acá, en el título que sigue, ¡tené paciencia!

Primera parada: Genova

Pero para llegar a Genova había que entrar a Italia y cruzar la frontera. Partimos de Toulon (Francia) y nuestro primer chofer nos dejó medio en cualquier lado. Y con eso quiero decir que pasamos por St. Tropez, que es por lejos el sitio vacacional más careta que vi en el viaje; autos caros, viejos demasiado bronceados y yates por todas partes. De ahí volvimos a la autopista para quedar varados una vez más, esta es la 4ta vez que duermo oficialmente en la calle en 1 año y 3 meses, así que vengo bastante bien con la estadística. Le tocó el turno a una estación de servicio cerca de Nice, y el sitio elegido fue un puente peatonal abandonado, dormimos poco porque el puente pasaba por sobre la autopista así que era como dormir con la oreja pegada a un lavarropas centrifugando una bolsa con ladrillos. Pero al día siguiente todo fue color de rosas y llegamos a Italia, Genova. No por mucho tiempo, porque nuestra host sólo podía hospedarnos una noche, a menos que la acompañásemos a un festival de reggae en el medio de las montañas. Claramente no hay mucho que adivinar acá, a Juan le hice las rastas en la pelada y en 5 minutos estabamos listos para dejar Babilón y rendir culto a las minorías de exiliados Senegaleces y a Haile Selassie por 3 días.
Salir de Genova volvió a ser una mierda, en Italia no nos levantó nadie haciendo dedo, a pesar de estar en el lugar ideal. Una mierda. Por suerte los trenes son baratos; una porquería, pero baratos. 

Festival Reggae: Radici 2013

No me gustó para nada. Sí, claro, es obvio que en 3 días se fumaron una plantación de mota entera pero el problema es que esa gente no está apta para festivales: la organización apestaba, nadie sabía ni armar una carpa, no había duchas, había 1 baño para 300 personas y demás. Sólo me entretuve viendo danzas africanas, lo cual sí está muy bueno. Además, es un mito lo de las italianas, NO ESTÁN BUENAS, repito, NO ESTÁN BUENAS. Lo único que son el tipo de mujeres que vuelve loca a la gente del norte de Europa: Prepotentes y con un ego de top model; no muy alejado del común denominador argento. En conclusión fue todo desastrozo y, de yapa, no teniamos carpa así que éramos 4 en una carpa para 2 personas. No rescato nada del festival, excepto que no pagué la entrada y que el paisaje era hermoso, pero no había mucho tiempo de apreciarlo cuando te despertaban a las 9:00 am con electro reggae a un volumen dañino.


Piacenza

Sólo pasamos 1 noche en casa de una familia en el medio del campo, pero todo el jamón crudo que comimos no lo olvidaré jamás. Eso compensó por el festival de reggae y hasta incluso porque nuestro host no pudiera hospedarnos el día siguiente y tuvieramos que huir hacia Vicenza, pasando por Parma.

Parma

Las ciudades italianas son muy bellas, el problema es que nosotros empezamos por el norte de Europa y ya somos dificiles de sorprender, y bueno, los 36°C constantes no ayudan a apreciar el paisaje. Parma es bonita y tiene montones de actividades relacionadas con Giuseppe Verdi, si bien nosotros no teniamos tiempo para apreciar ninguna de ellas. Lo más destacado de Parma fue el primer Gelatto artesanal italiano que comí: fue una obra de arte de la heladería, increíble, se los recomiendo más que la pizza y las pastas; un sueño gélido.Nunca lo olvidaré... como a ese jamón crudo de Piacenza.

Vicenza

Otra ciudad pequeña en la cual pasamos como 4 días, porque nuestro host era genial: Stefano, un instructor de parkour muy simpático y hospitalario. Para la gente de parkour, les cuento que la gente que entrena con él son ex-miembros de KRAP parkour y, además de tener un muy buen nivel, resultaron super amigables y nos invitaron a KRAP INVADERS, pero bueno, yo tenía otras cosas que hacer, y juré volver para el de invierno. 4 días en Vicenza haciendo nada y nuestro próximo destino: Tolmin (Eslovenia). Bueno, no tan rápido, llegar ahí directamente era imposible porque queda en una ruta de montaña en el medio de la nada. No hay tren directo ni colectivos ni un carajo. Para llegar allí tuvimos que pasar por Venecia... una lástima ¿No?

¡Ve, necia!

El plan era sencillo, llegamos a Venecia, boludeamos 2 horas, salimos para Gorizia, cruzamos la frontera en colectivo, llegamos a Nueva Gorizia, tomamos un tren a Anhovo, caminamos hasta Deskle, dormimos ahí y al otro día hacemos dedo hasta Tolmín, una pavada. Pero no siempre las cosas salen como lo planeamos.
Obnubilados por la belleza de Venecia y porque hacer contact juggling en lugares turísticos deja un montón de plata, nos perdimos el primer tren. Perdidos en el puto laberinto de calles y puentes mal señalizados, se nos fue el segundo tren, no sin antes correr 2 km para tratar de llegar a tiempo. Sentados en la estación de trenes cubiertos en sudor concluimos que Venecia es una ciudad hermosa, pero mancillada por el turismo, tal vez como Amsterdam. Sería varias veces más bella si la dejaran en paz un rato. En fin, vale totalmente la pena visitarla, de ser posible, después del holocausto nuclear que elimine a toda la raza humana. Y ahora a tomarse el tren a Gorizia, la última ciudad antes del borde con Eslovenia.

¿Tango?

Cuando llegamos a Gorizia no había más nada, ni trenes ni colectivos, hubo que cruzar la frontera a pie, llegar a la estación de tren y encontrarnos con que el primer tren salía a las 5:30. ¡Pará! ¿Eso es gente bailando tango? Sí, a las 12 de la noche en la parte de atrás de la estación de trenes de Quiénsabedonde había parejas bailando tango argentino. De no creer. En fin, hagamos dedo a Deskle. Pasemos la noche ahí y hagamos dedo para llegar de una vez al próximo post:

METALDAYS, TOLMIN 2013

Pero eso y las fotos se los voy a deber un par de días.

¿Qué aprendí?

+Dormir en la calle no está mal, lo importante es mantenerse limpio, bien alimentado y con la ropa limpia, sino la moral se te va por el piso
+Italia no es tan grande, simplemente está repleto de ciudades pequeñas pegadas una al lado de la otra y por eso parece gigante
+Las italianas no están buenas
+Síganse olvidando de hablar inglés, español a los gritos y señas con las manos
+Olvídense de hacer dedo, sólo en rutas rurales y/o conductores extranjeros, incluso hay carteles gigantes de "NO AUTOSTOP" en las rutas
+Los precios son parecidos a Francia, nada extremadamente barato
+El helado de italia es memorable
+El jamón crudo también
+Los italianos no son amigables en la calle ni todo eso que dicen, sólo lo son con amigos y allegados, los extranjeros y extraños que se caguen, o que hablen italiano
+Los pasajes en tren son baratos y los trenes apestan, es altamente posible viajar sin boleto, incluso en trenes de larga distancia, no suelen controlar nada





2 Response to "Con Juan por Italia: Reggae, hippies y Patara pupi!"

Sergio Díaz Says:

La vez que dormí en la callé, que además fue con Mateo, fue con la torre Eifel de fondo de pantalla, y no, no tiene nada de malo!
Y solo conocí Roma de Italia... Pero el resto también tiene pinta.

Unknown Says:

te has ablandado! antes te colabas en los trenes si o si.

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